No soy de las que esperan grandes actos, sólo silencio. Que no insistan ni prometan tanto. Sólo que se callen la boca si no saben si van a cumplir. ¿Cómo puede ser eso tan difícil?

A morte para mim é mais um desgosto, não um medo. O medo é uma das coisas que nos faz valorizar a vida. Mas como é que podes ter medo do inevitável? Seria como ter medo do amanhecer.

Pero como aprendí varios años más tarde, las equidistancias nunca duran mucho, y tenía que decidirme por una u otra orilla. Y estaba claro que yo pertenecía sólo a una de ellas.

No hay más remedio que ser lo más honesto posible con uno mismo. Ser honesto y, al menos, vivir con cierta libertad. No sé si te será de gran ayuda, pero es lo único que te puedo decir.

El problema es que mucha gente tiene miedo a sufrir cuando en el pasado han tenido experiencias amorosas traumatizantes. Como si les entrara un miedo a la vida, andan a la defensiva armando sus muros protegiéndose

Cuando se comprende que hay un propósito, una intención transcendente detrás de nuestros actos, el descubrimiento de dicho propósito se convierte en algo prioritario, por no decir único.

Me cansé de soñar en sentido contrario... Si mi alma se mueve por cielos abiertos, y tú tienes miedo a volar... Si conjugas la vida en pasado imperfecto y jamás aprendiste a creer ni a olvidar...

Bendito sea el elemento irónico de los destinos que concede a los pobres de vida el sueño como pensamiento, así como concedo a los pobres de sueño la vida como pensamiento o el pensamiento como vida.

Pero recordé que no estamos aquí porque nos guste, sino para aprender cosas, lo mismo que no se va a la escuela porque sea divertido, sino para ilustrarse; y ¿qué es la vida en la tierra sino una escuela?

…la fugacidad de la vida humana a mi no me inquieta; me inquieta la fugacidad de la muerte: esta prisa que tienen aquí para olvidar. El muerto más importante lo borra el siguiente partido de fútbol…

Las vidas de todas las personas, ¿qué son sino rastros de escombro... cada día más escombro... más escombro... largos, muy largos rastros de escombros que nada puede limpiar más que la muerte?

Las lágrimas de San Lorenzo no son sólo una metáfora del tiempo. Son sobre todo la prueba de que la vida es apenas una luz en las tinieblas de un universo infinito, pero a la vez tan fugaz como los deseos del hombre.

Después hizo algo mágico: levantó las piernas y los pies de Sethe y los masajeó hasta que lloró lágrimas saladas. -Ahora te dolerá -dijo Amy-. Siempre que lo muerto vuelve a la vida, duele.

¿De qué se compone la felicidad? De seguridades, intimidades, puntos en común, atenciones, vivencias, inspiraciones, ideas, fantasías, desafíos, objetivos. Y te aseguro que la lista está incompleta.

Las experiencias de vida de los otros, uno también las puede aplicar en su propia vida. Por eso la importancia de estar atento a cada detalle que te pueda ofrecer aquel que se encuentra frente a ti, a tu costado o el de aquella calle.