Cuando me la hubo puesto, sus manos tibias envolvieron mi cuello y acercó mi cara a la suya. Cerré mis ojos para sentir que nuestras narices se tocaron acariciándose y gentilmente, con suavidad nuestros labios se encontraron por primera vez en un mismo sentir, ansiosos y sedientos por beber la dulzura de nuestro ser. Mi cuerpo temblaba y sé que él también estaba nervioso, por un instante ese besó me llevó al cielo y me bajó de nuevo a la tierra. De manera sutil, sus brazos bajaron y envolvieron mi cintura, mientras que los míos se aferraron a su cuello para no dejarlo ir. Nuestras lenguas se encontraron y jugaron entrelazándose, danzando juntas por primera vez, disfrutando con deleite el beber de nuestros sabores. Sentir la suavidad de sus labios estaba enloqueciéndome y no quería dejar de beber de ellos, quería más, mucho más. Las palpitaciones del corazón eran fuertes y aceleradas y una corriente eléctrica que recorrió mi cuerpo había encendido la chispa de la excitación, de pronto, ya estaba envuelta en un excitante e inexplicable revuelo de fantasías y sentía que mi piel ardía de deseo por él. Era delicioso, su sabor me estaba volviendo insaciable. El aire me faltaba, no era suficiente, la fuerza y el ritmo pasional me hacía pensar que Loui deseaba devorarme y yo quería hacer exactamente lo mismo. Un remolino, una tempestad, un huracán me estaban elevando a las alturas, mi cuerpo liviano, nuestros labios juntos y las caricias de sus manos me habían llevado a contemplar el universo.

Your Comment Comment Head Icon

Login