Un minuto más tarde, Annabeth puso el pie sobre un trozo de musgo y resbaló. Por suerte, consiguió afirmar el pie un poco más abajo. Por desgracia, fue en mi cara.
Like (0) Dislike (0)
Un minuto más tarde, Annabeth puso el pie sobre un trozo de musgo y resbaló. Por suerte, consiguió afirmar el pie un poco más abajo. Por desgracia, fue en mi cara.
Your Comment