Ninguém sente em si o peso do amor que se inspira e não comparte. Nas máximas aflições, nas derradeiras horas do coração e da vida, é grato ainda sentir-se amado quem já não pode achar no amor diversão das penas, nem soldar o último fio que se está partindo. Orgulho ou insaciabilidade do coração humano, seja o que for, no amor que nos dão nós graduamos o que valemos em nossa consciência.

Raul e Marcela - dizia-se - não eram dois esposos, eram dois amantes. Com efeito, para a sociedade, existe uma grande diferença entre «marido e mulher» e amante e amante. (...) O amor dos amantes é pelo contrário, livre; livre de todas as peias, de toda a hipocrisia. Não tem de guardar reservas: pode beijar as bocas, os seios, os corpos todos... É a liberdade na paixão, e como é liberdade, grangeou o ódio da «gente honesta»...

Lembro-me é de quando na nossa primeira noite eu te disse que te amava e tu disseste também te amo. Hei-de lembrar-me decerto ainda de quantas outras palavras me disseste. Mas agora quero ouvir apenas essa tua palavra ardente em que toda a vida se me consumiu. E do sim gentil no pátio da Universidade e em que tudo começou. Também te amo. Sim. E é estranho como uma vida inteira se me resuma a uma palavra. Possivelmente por ser a única a dizer tudo o que valeu a pena saber.

Y creo que te quiero de verdad:porque no te necesitoy aún asi no quiero que te vayas,porque eres verdad sobre toda mi viday tu cara parece un logro sobre esta losa que me arrastra,un beso a la flor marchita de mi lápida,porque meciste mi mano para escribir mis temoresde una forma tan suave que pareció una cariciay ya no tengo miedo más allá de mi misma, porque me has hecho amaraquello en lo que dejé de creery meciéndote un cielo y un nombre de diosa,te quedas en mi tierra.

Fizeram amor no quarto de Ansky e quem os houvesse visto teria dito que fodiam como se dali a umas horas fossem mmorrer. Na realidade, Nádia yurenieva fodia como fazia grande parte das moscovitas durante aquele ano de 1936, e Boris Ansky fodia como se de repente, e já perdia toda a esperança, houvesse encontrado seu único e verdadeiro amor. Nenhum dos dois pensava (ou queria pensar) na morte, mas ambos se mexiam, ou se trançavam, ou dialogavam, como se estivessem à beira do abismo

Pero eso de que una persona te deje de hablar porque ya se enteró de que te gusta, o que tengas que esperarte tres meses para dar un beso que los dos quieren porque si no te van a acusar de fácil, es horrible.De hecho, creo que las femmes fatales son tan tradicionales y aburridas como las que cocinan pastelitos y esperan al príncipe azul, porque a fin de cuentas también se dedican a ser un cliché del tamaño del mundo y a reprimirse solitas para ser lo que los fulanos esperan de ellas.

En una ocasión le dije a un editor que cuando escribes un libro debes conseguir que el lector se enamore del personaje principal, que odie a su enemigo de la misma forma que él lo hace, y que llore cuando muere quién no lo merece. Lo que olvidé decirle entonces, debido a mis escasos años e inocencia, fue que el amor es y será siempre el tema por excelencia en una novela, y si lo unes a la venganza, la muerte, y el pasado, puedes crear una bomba de relojería a punto de explotar.

Ian colgó el teléfono y me besó. Me apretó más fuerte contra su cuerpo y con su mano libre me tomó del cuello, sin ninguna prisa. Sus labios jugaron con los míos, su lengua paseaba con ligereza por mi boca, suavemente metió su mano bajo mi suéter. Acarició mi cintura, mi abdomen. Su otra mano la acompañó y recorrieron mi espalda. Yo coloqué mis brazos alrededor de su cuello, enredé mis manos en su cabello y lo atraje hacia mí.

Por última vez en la vida se preguntó si había malgastado su amor en una mujer que solo daba su amor hasta que llegaba el momento de retirarlo. Apartó el pensamiento de su cabeza. Había entregado su corazón esta única vez en la vida y se consideraba afortunado de haber tenido ocasión de hacerlo. La cuestión de si ella era digna de su amor carecía de sentido. Su corazón había contestado a esa pregunta hacía mucho tiempo

¡A fatiga de ser amado, de ser amado de verdad! ¡la fatiga de ser objeto del fardo de las emociones ajenas! Convertir a quien quisiera verse libre, siempre libre, en el chico de los recados de la responsabilidad de corresponder, de la decencia de no alejarse, para que no se imagina que se es príncipe en las emociones y se reniega el máximo que puede dar un alma humana. ¡La fatiga de, en todo caso, tener forzosamente que sentir, tener forzosamente, aunque sin reciprocidad, que amar también un poco.!.

—¿Me querrás siempre?—No tengo ni la menor idea.—Pues yo a ti te querré siempre.—Eso está bien. ¿Podremos meternos por ahí?—No, no creo... Tú eres Apolo y yo soy Marsyas. Acabarás dejándome.—Eso de Apolo y Marsyas es una buena imagen del amor.—¿Qué quieres decir?—Pues que la agonía de Marsyas es la inevitable agonía del alma humana en su deseo de llegar a Dios.—¡Cuántas cosas sabes!

¡LA fatiga de ser amado, de ser amado de verdad! ¡la fatiga de ser objeto del fardo de las emociones ajenas! Convertir a quien quisiera verse libre, siempre libre, en el chico de los recados de la responsabilidad de corresponder, de la decencia de no alejarse, para que no se imagina que se es príncipe en las emociones y se reniega el máximo que puede dar un alma humana. ¡La fatiga de, en todo caso, tener forzosamente que sentir, tener forzosamente, aunque sin reciprocidad, que amar también un poco.!.

Aprendió a conocerme, no con la minuciosidad que yo lo conocí, sino con sus conclusiones espontáneas. De todas hablaba y las definía, pero yo tuve el privilegio de ser la única a la que le descubrió nuevas facetas, la única a la que le hizo preguntas de adentro, la única en que esculcó para encontrar lo que nunca le dieron, pero se asustó con el hallazgo, los dos nos llenamos de miedo. Ese dia, cuando volvimos a cerrar lo que abrimos como si nunca lo hubiéramos visto.

¿Por qué el Amor es más importante que la fe?Porque la Fe no es más que un camino que nos conduce al Amor más grande.¿ Por qué el Amor es más importante que la Caridad?Porque la Caridad no es más que una de las manifestaciones del Amor.Y el todo es siempre más importante que la parte.Además la Caridad no es más que uno de los muchos caminos que el Amor utiliza para que el hombre se una a su prójimo.Y todos sabemos que hay por ahí mucha caridad sin Amor.

Cómo besa… Cómo decirlo…, ¡no sé cómo decirlo! Un beso lo es todo. Un beso es la verdad. Sin demasiados ejercicios de estilo, sin retorcimientos extremos, sin enroscamientos funambulísticos. Natural, lo más bonito. Besa como a mi me gusta. Sin tener que representarse, sin tener que reafirmarse, sencillo. Seguro, suave, tranquilo, sin prisa, con diversión, sin técnica, con sabor. ¿Puedo? ¡Con amor! ¡Dios mío! No, eso no. ¡Vete a la mierda, Step!