—Te creo. Da igual, tu estilista resultó ser profético en su elección de vestuario. Katniss Everdeen, la chica en llamas, ha encendido una chispa que, si no se apaga, podría crecer hasta convertirse en el incendio que destruya Panem.—¿Por qué no me mata y ya está? —le digo.—¿En público? Eso no haría más que añadir combustible a las llamas.

Si él estuviera en mi lugar y yo en el suyo, aunque le odiara con un odio que convirtiera mi vida en hiel, nunca hubiera levantado la mano contra él. [...] nunca le hubiera echado de su compañía, mientras ella la deseara. En el momento en que el afecto desapareciera, yo le hubiera arrancado el corazón y bebido su sangre. Pero hasta entonces [...] me hubiera dejado morir a pedazos antes de tocar un solo pelo de su cabeza.

En mi interior hay alguien que solo está esperando eso, alguien que quiere salir, pero que permanece agazapado, se defiende y tiene miedo de mostrarse como es, pues si sale expondría al otro de pelo desgreñado y mirada de listo, y lo expondría con bastante agua y sal en forma de lágrimas. Así que sigo mirando al suelo, por miedo a que aquel salga como la pasta de dientes, más de la cuenta y de golpe y porrazo.

Nada es lejos, nada es cerca. Nada es mucho tiempo cuando se quiere algo en la vida. Cuando el anhelo sale del corazón, se es capaz de todo. El tiempo no cuenta. La vida es camino. Lo que importa es no quitar los ojos de aquello que queremos conseguir, o de allí adonde queremos llegar. Cuando deseamos algo de todo corazón, obtendremos la fuerza necesaria para hacer todo cuanto sea bueno para lograrlo. Las cosas valiosas cuestan mucho esfuerzo.

—¡Dios mío!, no quiero ser de esas personas que se sientan y hablan de lo que van a hacer. Simplemente voy a hacerlo. Imaginar el futuro es una especie de nostalgia.—¿Qué? —pregunté.—Te pasas toda la vida encerrado en el laberinto pensando en cómo escapar de ahí y lo fabuloso que será; imaginar ese futuro te mantiene con vida, pero nunca escapas. Solo utilizas el futuro para huir del presente.

—Qué calentito. ¿Dónde has estado?—Trabajando.—No sabía que trabajaras.—Bueno, cada día en un sitio distinto.—Vaya... No lo sabía.—Hoy estuve vendiendo tartas frente a la estación, vestido de Papá Noel.—Papá Noel... ¿Eh? ¡¿Papá Noel?! ¡¿TÚ?! ¡JA, JA, JA! Para mí, tú eres el único Papá Noel.

—Después le regalé una estrella.—¿Qué hiciste qué?—Que le regalé una estrella, la más luminosa en aquella noche sin luna: Sirio, la única estrella que puede verse desde cualquier lugar habitado e la Tierra y capaz, en una noche sin luna, de proyectar las sombras de los cuerpos. Nos prometimos que la miraríamos todas las noches, allí donde estuviéramos, y que pensaríamos el uno del otro.

Vaya aquí la consabida advertencia sobre los derechos de reproducción y demás zarandajas, cosa que, para el siglo veinticinco, de poco nos va a servir; quizá, sin embargo, en el año 2099, fecha en la que suceden los hechos que aquí se narran, sigamos todos vivos para comprobar que nadie ha hecho ni una triste fotocopia ilegítima y que los formatos de lectura digital no han cambiado nada... Se nos ve preocupados por el pirateo, ¿verdad?

Pregunta: ¿qué hacer para no perder el tiempo?Respuesta: sentirlo en toda su lentitud. Medios: pasarse los días en la antesala de un dentista en una silla inconfortable; vivir el domingo en el balcón, por la tarde; oír conferencias en una lengua que no se conoce; escoger los itinerarios del tren más largos y menos cómodos y viajar de pie, naturalmente; hacer la cola en las taquillas de los espectáculos, sin perder su puesto, etc., etc...

Vamos a decirlo ya, chicas, todos los tios, cuando nos encontramos con una ex, pensamos en acostarnos con ella. Cuando te gusta una chica tienes que invitarla a salir, contarle mentiras de tu vida... aguantar un montón de charlas para poder llevártela a la cama. Con una ex todo ese camino coñazo ya está hecho. Es como el Monopoly. Vas directamente a la cama, sin pasar por la casilla de salida y sin pagar los 200 euros, que es lo mínimo que te gastas en cenas.

De todos los idiomas europeos el que resulta más difícil de hablar bien a mi entender es sin duda el español, tal es su riqueza de palabras, rotaciones lingüísticas y belleza expresiva. Ocurre sin embargo que tan pocas personas conocen lo que dicen, son tan escasas las que manejan por completo el inmenso vocabulario de esta excepcional lengua, tan selectas las que entienden sus innumerables giros y tiempos verbales, que parece simple y sencillo a primera vista.

Then I speak to her in a language she has never heard, I speak to her in Spanish, in the tongue of the long, crepuscular verses of Díaz Casanueva; in that language in which Joaquín Edwards preaches nationalism. My discourse is profound; I speak with eloquence and seduction; my words, more than from me, issue from the warm nights, from the many solitary nights on the Red Sea, and when the tiny dancer puts her arm around my neck, I understand that she understands. Magnificent language!

Wanderer, your footsteps are the road, and nothing more; wanderer, there is no road, the road is made by walking. By walking one makes the road, and upon glancing behind one sees the path that never will be trod again. Wanderer, there is no road-- Only wakes upon the sea.Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.

–Mi consciencia, –susurró Will. –Tú eres mi consciencia. Siempre lo has sido, James Carstairs. Haré esto por ti, pero primero voy a conseguir una promesa. –¿Qué clase de promesa? –Me pediste hace años que cese de buscar una cura para ti, –dijo Will. –Quiero que me liberes de esa promesa. Déjame mirar, al menos. Libérame para buscar. Jem miró con cierto asombro. –Justo cuando creo que te conozco perfectamente, me sorprendes de nuevo.

(...)si nos convencemos de que la humanidad puede trascender colmillos y garras, si nos convencemos de que las diversas razas y credos pueden compartir pacíficamente la tierra, (...)si nos convencemos de que los gobernantes deben ser justos, de que la violencia debe dominarse, de que el poder ha de ser responsable y las riquezas de la tierra y los océanos deben repartirse equitativamente entre todos, este mundo se hará realidad. No me engaño. Ya sé que es el más difícil de los mundos posibles.